Son muchas las satisfacciones que me ha dado este blog a lo largo de estos 5 años y medio que lleva de andadura. Una de las mayores, ha sido conocer a pequeños emprendedores que, con su ingenio y empeño han puesto en marcha grandes proyectos. A muchos de ellos no les conocía hasta que no me contactaron para mostrarme su idea y a otros los tengo cerca, muy cerca de mi. Como el caso de Kutuva, el proyecto de Daniel y mi querida Lee, a quienes muchos conoceréis por su blog Babytribu.
Juntos forman un gran equipo. Además de ser los papás de dos preciosas niñas, se encargan de hacer más cómodo y feliz el día a día de los más peques de la casa.
Daniel pertenece a una familia de artesanos de la madera de lo mas apañados. Y de esa pasión nace Kutuva y su producto estrella: la torre de aprendizaje.
Y Lee, por su parte, es el nexo de unión entre el taller y nosotros, los clientes. La encontraréis detrás de las redes sociales y el correo electrónico aportando información y resolviendo dudas con el máximo cariño.
¿Qué es la torre de aprendizaje de Kutuva?
De inspiración Montessori, tiene como objetivo fomentar la autonomía de los pequeñines cuando éstos comienzan a mantenerse en pie y a descubrir e interactuar con su entorno más próximo.
La torre cuenta con dos alturas que se pueden ir ajustando al crecimiento del niño o la niña. Con ella, tareas tan sencillas como cepillarse los dientes, fregar o cocinar les resultarán mucho mas cómodas y divertidas.
Una torre de aprendizaje, tres opciones de acabado distintas
La torre de aprendizaje de Kutuva está realizada de madera de pino y abeto y pesa unos 5 kilos aproximadamente. Se puede escoger en tres acabados diferentes: Natural, Barnizada (para cuya elaboración, Dani utiliza un barniz al agua no tóxico que la aporta un ligero toque de color y que sirve para sellar y proteger el producto) o de Color Blanco (terminada con pintura al agua no tóxica ni lacada).
Los precios van de los 70 hasta los 90 € (en función del acabado que escojáis) y la podéis pedir en este enlace.
¡Qué rabia me da haber descubierto la torre de aprendizaje de Kutuva tan tarde! Seguro que Cecilia hubiera disfrutando de lo lindo con lo cocinillas que es desde bien pequeña.
¡Espero que, por ahí, este post llegue a tiempo para que sirva de utilidad! ¿Qué os ha parecido?
Deja una respuesta