Escribo este post recién llegada de verte en el hospital después de haber tenido a tu precioso bebé. Es inevitable recordar cuando nos conocimos hace más de 20 años y comenzamos nuestra amistad compartiendo juegos de Risk, confesiones de esos chicos que nos empezaban a gustar y los días de vacaciones patinando y comiendo nuestros «revueltos de aceitunas«.
Desde entonces hasta hoy han pasado muchas cosas. Aunque hubo unos años en los que, a pesar de estar en el mismo colegio no teníamos tanta relación, llegó otra personita especial con la que hemos formado un triángulo de amistad inquebrantable sabiendo que nos tenemos y que estamos para lo que necesitemos
Me ha llenado de ternura verte con tu bebé y me has transmitido que puedes desprender aún más paz en tu presencia y más dulzura en tu mirada. Sé que tu niño va a percibir todo esto y va a ser tremendamente feliz. (Y se lo va a pasar pipa, también con los juegos que compartirá con su papá).
A mí me tendrás para todo lo que necesites, como hiciste tú conmigo. Para ayudarnos en lo que podamos, para compartir nuevos sentimientos, nuevas sensaciones, dudas, preocupaciones, alegrías… Y para seguir creciendo disfrutando de esta nueva etapa que la vida nos da la oportunidad de compartir y vivir como cuando jugábamos en el parque de Virgen del Manzano.
Disfruta de tu niño, detente en los pequeños detalles: en sus sonrisas en sueños de los primeros días, en su cuerpo junto al tuyo, en su carita de paz dormido. Y da gracias por cada nuevo día que la vida te da la posibilidad de verle crecer y del simple hecho de tenerle a tu lado para siempre.
Yo te doy las gracias, querida amiga, por regalarme un pedacito de ti.
el horno de mami says
Un post precioso. Que valiosa es la amistad.
Eva Manjón says
Ay! que bonito…Blanqui…que contenta va estar esa amiga…:) con este post, y con ese regalo que le ha dado la vida…que bien que podremos disfrutarlo junto a ella y verlo crecer…
Un beso