Por estos días hace tres años llevaba a Cecilia a la guarde y comenzaba a salir junto a ella de casa. Íbamos a la guarde (o Escuela Infantil, mejor dicho). Reconozco que el primer día iba con un nudo en el estómago tanto en el coche de camino como al dejarla en la puerta de su aula. Los siguientes días, los disgustillos se los llevó ella, y es que ya se daba cuenta de que se tenía que quedar (al final no fue para tanto y esto duró apenas 3 o 4 días). A pesar de todo, yo estaba tranquila y convencida de que estaría bien; su primera profe, Laura, era muy, muy cariñosa, comprensiva y muy segura de la importancia que para nosotros suponía su trabajo. Pero el tema de la adaptación, aunque considero que puede ser necesario, no lo llevé nada bien, sobre todo antes de que llegara el momento hasta saber que podía contar con la ayuda de (mi querida) Gabi para recogerla durante esas primeras jornadas. Me pregunto cómo os las estaréis ingeniando las mamás y los papás que no podéis contar con nadie y no podéis faltar al trabajo. Y tampoco sé hasta qué punto es importante el tema de la adaptación.
Todo esto viene porque tengo dos amigas que estos días están pasando por esta etapa. Una de ellas se encuentra con que ha tenido que dejar a su pequeño de 9 meses en la guarde y de un tirón todo el día y la otra me contaba ayer que su niña estuvo media hora y que ella pasó la mañana algo intranquila. Siento mucha ternura y comprensión por ellas y me afloran recuerdos de los sentimientos que yo tuve.
Y como mis dos amigas, muchos y muchas os encontraréis pasando por esto ahora, así que quiero daros ánimos y que me contéis cómo lo estáis viviendo. Muchas dejaréis a bebés, otras a niños y niñas más mayorcitos. En cualquiera de los casos, os puedo decir que yo sólo guardo buenos recuerdos de aquellos años en los que mi pequeña iba a la guarde, de sus educadoras y de todo lo bueno que Cecilia sacó de allí, así que estad tranquilas, que son profesionales con una enorme vocación y un gran talento para tratar a vuestros pequeños o pequeñas (casi) como si lo hicierais vosotras mismas.
¿Cómo lo estáis llevando?
Lorena says
Hay Blanky!!!! Cómo me estoy acordando de ti estos días!
Pero si la que necesita período de adaptación y se queda con la lagrimilla en el ojo soy yo!!!! Él parece que lo ha hecho toda la vida (cómo les subestimamos a ellos y qué fuertes nos creemos nosotros…)
Pero bueno, parece que siempre hay un ángel de la guarda que hace que lo que a priori nos parece una locura resulte finalmente sencillo.
Y qué suerte tenerte cerca para compartir lo bueno y lo «menos bueno»!!