Ayer finalizó una nueva edición de Operación Triunfo. El conocido talent show que ha regresado a nuestras pantallas recuperando el éxito que había perdido en 2009.
Desde el pasado 23 de octubre, cada lunes no sólo no me he perdido ninguna de las galas de cada lunes, sino que poco a poco me fui enganchando al directo a través de su canal de YouTube o de la web de rtve.es. Y no sólo yo, sino que pronto arrastré a mi familia. Pasábamos grandes ratos observando los ensayos, las conversaciones, las canciones improvisadas o los pases de micros de los sábados a las 16h y comentábamos cómo iban tomando forma los temas de las galas.
Pero fui encontrando muchas más razones por las que me ha parecido maravilloso compartir mi fanatismo afición por Operación Triunfo 😉. Son éstas:
- Juventud, divino tesoro. Las edades de sus integrantes oscilan entre los 18 y los 32 años. Chicos y chicas muy jóvenes que nos han dado una lección de capacidad de trabajo, esfuerzo y gran talento. Porque sí, nuestra juventud se merece triunfar, trabajar y dejar de engrosar las listas de paro de nuestro país.
- Los concursantes nos han dado, también, lecciones de compañerismo y de trabajo en equipo. Se han ayudado, han mostrado admiración unos por otros y han forjado las bases para conservar grandes amistades de cara al futuro.
- Es obvio que la música ha sido la gran protagonista. En casa, los vídeos de Amaia al piano (tocándolo o combinándolo con voz) los buscábamos y veíamos en bucle, admirados. Me gustaba que lo viera Cecilia especialmente; ella que es mi pequeña pianista en ciernes y que la pudiera servir como ejemplo.
- El valor de la familia. Se han dado cuenta cómo de importantes son sus familiares para ellos y cuánto les han echado de menos; de hecho, los artistas que los han visitado se han encargado de recordares la importancia de no perder la referencia de sus orígenes.
Digno de señalar es la estrecha relación que han mantenido alumnos y profesores. Ellos les han cuidado y se han preocupado por cada uno de ellos. En lo personal, se han divertido juntos o les han apoyado en sus momentos «de bajón» y en lo profesional, sacando lo mejor de ellos mismos aconsejándoles de la mejor de las maneras. - La importancia del equipo que les acompañara en el futuro. Recuerdo especialmente las palabras de la cantante Zahara durante su visita en la Academia. En ellas, les recordó que debían valorar a cada unos de las personas que les rodearán durante sus carreras: desde el ejecutivo de más alto rango de la discográfica hasta la persona que venderá las entradas para sus conciertos. Todos son importante porque trabajarán por y para ellos.
- El amor es magia. «Tu canción», el tema que nos representará en el próximo festival de Eurovisión puede gustar más o menos pero los sentimientos que Amaia y Alfred transmiten interpretándola son mucho más hermosos. Y es que, como hemos escuchado tantas veces: el amor siempre gana.
- Ser buenas personas es fundamental para triunfar, sobre todo, en la vida. Y eso es lo que han conseguido transmitir. Virtudes como la ternura de Aitana, la naturalidad de Amaia, la fragilidad de Alfred, la tenacidad de Miriam, la franqueza de Ana o la gracia de Roi han conseguido que empaticemos con ellos. Y que espero hayan conseguido dejar huella, por pequeña que sea, en mi hija.
Así que sí. En ese casa hemos vivido Operación Triunfo. Porque más que entretenernos, nos ha hecho disfrutar y sentir.
Y vosotros y vosotras, ¿habéis visto Operación Triunfo?
Deja una respuesta