Inauguro sección, a pesar de que mi madrina (mi tía Mari Carmen) me eche la bronca… Os cuento por qué: Cuando vino a verme al hospital después de dar a luz llamamos a mi prima Ana, que en aquel momento estaba viviendo en Perú. Me dijo que no le contara nada de cómo había sido el parto, que quería que su hija tuviera hijos. Por suerte, mi prima ya tiene un hijo y puede leer este post sin asustarse y mi tía no se enfadará. 😉
He tratado siempre de ser sincera con mis amigas, cuñadas, primas, etc… (vamos que la petición de mi tía me la salté a la torera, aunque no le faltaba razón), algo que conmigo no había ocurrido. Quizás porque de mis amigas fuí la primera en quedarme embarazada y entre amigas ya sabemos que solemos ser más sinceras. Así que tuve que ir descubriendo lo que ocurría en mi cuerpo y en mi cabeza recurriendo a revistas varias y a mi propia intuición.
Lo que pretendo es contaros mis vivencias, mi experiencia y mis sentimientos (los que recuerde) con la intención de que tengáis una pequeña referencia o simplemente que las comparéis con la vuestras propias, las que ya hayáis pasado por esto. De esto nace esta sección…. porque sé que lo que yo os cuente no os va a influir en vuestra decisión de ser o no ser madres, sólo deseo que conozcáis otras versiones aunque quizás no se parezca en nada a lo que hayáis pasado o paséis vosotras, porque cada una de nosotras y nuestras circunstancias somos un mundo.
Tan sólo había pasado un día desde el día que me tenía que haber bajado la regla y tuve el presentimiento de que podía haberme quedado embarazada. Se lo comenté a mi marido y al volver del trabajo compró una prueba. Como era sábado, nos echamos la siesta y sin esperar al día siguiente por la mañana decidí hacérmela. Salieron las dos rayas, aunque una de ellas mucho menos nítida. Él, muy gracioso, dijo que entonces sería que no, que total casi ni se notaba. Y a la mañana siguiente repetimos prueba, esta vez con esa que te indica hasta de cuántas semanas estás. Yo creo que mi cuerpo ya sabía que a partir de ese momento por unas cosas o por otras ya no dormiría ni la misma cantidad de tiempo ni de la misma manera porque me levanté a las 7 de la mañana (era domingo). Efectivamente, muy eficiente ella nos indicó que sí, que estaba embarazada (¡Ay Dios!) de 2 – 3 semanas.
Ese torbellino de sentimientos que me vinieron son muy difíciles de explicar, es una mezcla de alegría, de orgullo, de «sentirme especial» pero sobre todo de miedo, mucho miedo.
Y eso que todavía no sabía lo que me vendría encima y lo que me cambiaría la vida… ¡Para bien!
Vosotras, ¿cómo recordáis ese momento? ¿Cómo creéis que lo viviréis? ¿Me lo contáis?
Carolina says
Jejejeje! Mis 2 rayas eran clarísimas y mi marido, que no se podía hacer a la idea, dijo que seguramente lo había hecho mal. Jejeje, creo que era demasiado fuerte, aún me río!