Mucho más que una costumbre consumista, la simbología de los huevos de Pascua se remonta a la Edad de Hielo, en que tras los duros inviernos cuando apenas quedaban provisiones, con la llegada de la Primavera las aves que volvían desde el sur empezaban a poner huevos, de los que se alimentaban los seres humanos hasta que podían volver a cazar con la llegada de mejores temperaturas. En la Edad Media, el intercambio de huevos se hacía con huevos de tortuga a los que se trataba la cáscara mediante diferentes procesos para decorarla y convertirla, en muchas ocasiones, en verdaderas obras de arte.
En Europa, ha quedado establecido como símbolo de la Pascua, asociando el huevo con la fertilidad al coincidir esta festividad con la estación primaveral. Así, los pasteleros de la época comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes: primero el azúcar y luego el chocolate.
Durante el siglo IV, la Iglesia no aconsejaba el consumo de huevos durante la Cuaresma. Sin embargo, las gallinas seguían poniendo huevos, ajenas a preceptos ni normas religiosas y tirarlos hubiera sido un pecado, por lo que no quedaba más remedio que guardarlos. En unas semanas se conseguía una sobreabundancia de huevos a los que había que dar salida, por lo que el Domingo de Resurección se convirtió en la fecha señalada para compartir o regalar todos los huevos que no se habían consumido durante la Cuaresma. De esta forma, fue naciendo esta costumbre.
El intercambio de huevos de Pascua de chocolate es muy extendido en Polonia, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Italia, Francia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Chile y Paraguay; países cuyas pastelerías decoran sus escaparates con coloridos huevos de este tipo por estas fechas. En España, las pastelerías aparecen también repletas de huevos de Pascua, monas y otros dulces de esta época.
Según la tradición, son los padrinos quienes deben obsequiar a sus ahijados con estos ricos huevos de Pascua, aunque lo cierto es que se trata de un regalo perfecto para sorprender en estas fechas, independientemente del vínculo familiar.
Por poneos un ejemplo, Chocolates Valor ofrece para esta Semana Santa Huevos de Pascua de Chocolate, presentados con un divertido packaging en forma de huevera, que entusiasmarán a toda la familia. Un delicioso surtido de seis huevos elaborados con el mejor chocolate Valor: dos de ellos de delicioso chocolate blanco, otros dos elaborados con chocolate negro,y los dos restantes de suave chocolate con leche.
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