Como sabéis quienes me seguís por redes sociales, hace unas semanas, aceptando la invitación de Marina D’Or, acudimos al I Encuentro de Familias Blogueras. Se nos presentaba un fin de semana intenso, descubriendo un lugar que no conocíamos en la compañía no sólo de algunas compañeras y amigas, sino de mi familia.
No conocíamos este complejo de vacaciones y he de reconocer que tampoco nos había picado la curiosidad por descubrirlo. Esto es, porque tenemos la suerte de poder disfrutar las vacaciones en nuestro particular paraíso, también a orillas del Mediterráneo, como os conté en este post. De todos modos, el plan en Marina DÓr era de lo más apetecible, así que nos animamos.
Hotel Marina D’Or 5*
Dos han sido los hoteles de 5* en los que hemos tenido la oportunidad de alojarnos y, la verdad, es que este hotel se parece poco a ellos, no os puedo engañar. Hubo algunos detalles que no me gustaron; por ejemplo a la hora de pedir un tinto de verano observe cómo el camarero nos traía una botella de vino y un refresco de limón, lo que me sorprendió sobremanera. En cuanto a la comida, aunque tengo que reconocer que soy de buen comer y todo me viene bien, no obtuve una impresión demasiado buena de su calidad y variedad, pero bueno, eso es más cuestión de gustos y para ellos, los colores. Pero si preguntáis a Cecilia, os diría que las salchichas, por ejemplo, no la gustaron nada, aunque la mayoría del resto de alternativas, sí.
La habitación, en líneas generales, nos gustó. No obstante, en mi opinión, sí que sería bueno que le dieran un lavadillo de cara. Independientemente de la estética, lo cierto es que pudimos descansar bastante bien; las camas eran cómodas pero pasamos un poco de calor, ya que el aire acondicionado no funcionaba bien (la primera noche, porque para la segunda lo arreglaron, ya que fuimos varias las que lo hicimos saber). Pero en general, estuvimos a gusto en ella, el baño estaba fenomenal y todo muy limpio. Como debe ser, ¿no?
En definitiva, el hotel, confortable, pero sí quería señalar que éste carecía de los detalles que habíamos observado en los hoteles de esta categoría en los que nos habíamos alojado anteriormente.
Ocio
En su alternativa de ocio es donde Marina D’Or me pareció que tiene su punto fuerte, sobre todo para el público infantil, que es el que más valor damos las familias. No nos dio tiempo material para poder aprovechar de todos sus parques… ¡Porque son tantos!
Viaje en el trenecito
A Cecilia le encanta viajer en el tren turístico de cada localidad que visitamos, así que éste no iba a ser menos y lo disfrutó muchísimo. Además, a nosotros nos sirvió para hacernos una idea global de todo lo que Marina DÓr tiene y ofrece. Así, gracias a lo que íbamos viendo y a las explicaciones de nuestra guía pudimos llevarnos una idea general de todo lo que ofrece no sólo en parques y lugares de ocio, sino de hoteles, apartamentos, playa, paseos…
Jardín Encantado
El viaje en el trenecito finalizó en este lugar. A pesar de que no esperaba encontrarme un jardín cubierto, éste tiene muchos detalles hermosos que invita a pasearlo muy despacio apreciando cada detalle. ¡Muy bonito! Y el espectáculo de acrobacias, música y teatro una maravilla que nos dejó a grandes y pequeños encantados… ¡Como el jardín! ?
Balneario de agua marina Marina D’Or Hotel 5*
En esta familia nos gustan mucho los spa, así que os podéis imaginar que lo pasamos fenomenal el rato que pasamos en su conocido Balneario. De gua salada y muy limpia y con muchos espacios y jacuzzis tanto interiores como exteriores. Quienes tengáis peques sabréis que aguantan poco en un mismo lugar y que en seguida quieren cambiar, lo que nos sirvió para probar todo lo que ofrece, o casi todo.
Además, en esta zona, Marina D’Or cuenta con un Medical Wellness Center pudimos disfrutar mi marido y yo de un tratamiento cada uno de los 192 que ofrece. Él se dio un masaje craneo-facial que le encantó (¡tanto, que quiere que aprenda!) y a mi me aplicaron un tratamiento con mascarilla revitalizante que me supo a poco por lo a gusto que estuve.
Parque Mundo Fantasía
Pero la tarde no acabó en el Balneario. Antes de cenar todavía nos dio tiempo a pasarnos por este pequeño parque de atracciones que Cecilia disfrutó muchísimo, primero sola y después en la compañía de sus amigas, las peques de mis queridos Maite de Cuestión de Madres y Alejandra de La aventura de mi embarazo. ¡Lo pasaron pipa! Las atracciones eran acordes a su edad, apenas esperó cola (no sé en temporada alta) y lo que más la gustó fueron las camas elásticas para no parar de saltar, y saltar, y saltar…
Nos quedamos con las ganas de conocer el Parque Acuático Polinesia, que todavía no estaba abierto todavía y, por falta de tiempo otros parques como el Emoción Park (con circuito de obstáculos, de karts, quads, minibolera…) en el que sé que algunas otras compañeras lo pasaron pipa.
En definitiva, que en Marina D’Or, vuestros peques lo pasarán en grande aunque tengan algunos detalles por pulir en líneas generales. Depende de vuestras prioridades. Yo aquí he tratado de ser honesta porque si tengo posibilidades de conocer lugares como éste, es gracias a vosotras y vosotros que me leéis.
¿Habéis estado en Marina D’Or? ¿Qué recuerdo guardáis? ¿Os apetecería pasar allí vuestras vacaciones?
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