Cuando veía alguna publicación o algún post de compañeras contando las visitas del Ratoncito Pérez a sus casas, no pensaba que podía hacer tanta ilusión. Y cuando hace ya varios días se le empezó a mover a Cecilia un diente y a los pocos día otro, no me podía creer lo que podía emocionarme este nuevo hito alcanzado en la vida de mi niña.
Así, mientras, nos hemos venido de vacaciones a la casa de los abuelos en la playa y ha sido aquí donde los dos dientes han caído con los nuevos y definitivos asomando ya por detrás. Hemos tenido que esperar a que se cayeran solos porque no había manera de tratar de quitárselos, como nos aconsejaron sus tíos dentistas; Cecilia no se dejaba ni bien ni mal.
Y la semana pasada cayeron, en el mismo día, las dos piezas: una antes de comer y la otra por la noche. Y si yo estaba ilusionada, ella ni os cuento. Muy pocas veces la había visto así. Se lo contaba a todo el mundo, feliz. Y esperaba, ansiosa, la llegada del Ratoncito Pérez.
Los Ratoncitos sólo tenían preparado un detallito para Cecilia: una pulserita que eligieron con mucha ilusión cuando sólo se movía uno de los dientes. (A pesar de su dilatada experiencia, el generoso roedor no pensó que a la niña se le fueran a car dos dientes en el mismo día). Así que le tocó improvisar el segundo obsequio: una moneda ( qué original, lo sé 🙁 ).
Dejamos ambas piezas debajo de la almohada y Cecilia se durmió, a pesar de los nervios. Pero caray, ¡yo pensaba que el Ratoncito sería más cuidadoso porque menudo follón armó!. Por un momento estuve segura de que la iba a despertar y que Cecilia le iba a pillar. Afortunadamente, todo salió bien.
¡Pero cuánto me acordé de las bonitas puertas para el Ratoncito Pérez que hace mi amiga Natalia. Y no sabéis cuánto lamenté mi falta de previsión a la hora de haber puesto un bonito broche final al acontecimiento.
Para eso estoy yo aquí. Para avisaros y que no os pase lo mismo. 😉
PD.: A Cecilia le gustaron los regalos. (Claro, cualquiera se pone a buscar al animalejo para reclamar…).
Ayyy qué ilusión!! Jaime, mi hijo mayor, tiene 5 años, pero de momento no se le mueve ninguna pieza, estas puertas me parecen perfectas!! 🙂