El otro día descubrí en la página de Facebook Yo También Tengo Niñ@s Pequeños algo que me parece apropiado traéroslo al blog: El Decálogo para formar un delincuente de Emilio Calatayud.
Se trata del Juez de Menores de Granada que se ha hecho conocido en nuestro país por sus ejemplares sentencias como:
- Impartir 1000 horas de clases de informática a estudiantes a un joven que había crackeado varias empresas granadinas provocando daños por 2000 €.
- 100 horas de servicio a la comunidad patrullando junto a un policía local por haber conducido temerariamente y sin licencia.
- 50 horas dibujando un cómic de 15 páginas, en el que cuenta la causa por la que le condenaban.
- Visitas a la planta de Traumatología del Hospital de Granada por conducir un ciclomotor sin seguro de circulación.
- Para un joven que circulaba borracho, visitar durante un día entero a parapléjicos y hablar con ellos y sus familias para elaborar más tarde una redacción.
- Trabajar con los bomberos por haber quemado papeleras.
- Trabajar en un centro de rehabilitación por haber acosado a una anciana.
- Trabajar 200 horas en una tienda de juguetes por haber robado ropa.
Pues bien, consiste en lo siguiente:
- Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
- No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
- Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
- No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
- Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
- Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
- Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
- Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
- Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
- Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
Este decálogo se encuentra dentro de uno de sus libros: Reflexiones de un juez de menores (Ediciones Dauro)
Espero que nos sirva para reflexionar y actuar, que aún estamos a tiempo.
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