Uno de los cambios que este año Cecilia tiene en el cole es que no la van a echar la siesta, así que después de comer y antes del comienzo de las clases de la tarde, tiene dos opciones: o jugar en el patio o realizar alguna de las actividades extraescolares que se ofertan para esa franja horaria. Ya desde desde finales del curso pasado llevo dándole vueltas a este tema cuando se abrió el plazo de inscripción para estas actividades. No guardé cola el día que se abrió el plazo para tratar de conseguir plaza para ballet, que parece ser que es de lo más solicitada y lo fui dejando pasar hasta que finalmente, el mes pasado la apunté un día a Música y otro a Pintura, además de la hora diaria de Inglés que ya tenía el año pasado antes del comienzo de las clases (de 8:30 a 9:30h.). He de confesar que la Pintura me la pidió ella, pero que la Música, como es obvio, fui yo la que la convenció.
Pero es que además, después del cole la he apuntado de nuevo a Inglés los lunes, esta vez a Kids&Us y, en principio, continuamos con la natación, actividad a la que la llevamos desde hace un par de años. Y digo en principio porque Cecilia lleva dos semanas diciendo que no quiere ir; la semana pasada conseguí que entrara con cierto agrado, pero esta semana ha sido imposible y yo ya me veía incapaz de luchar, ya no quiero obligarla. Me da mucha pena porque me encanta el lugar y el ejercicio que allí realiza, pero comprendo que es mucho jaleo para ella. Sin embargo, su padre parece que no quiere rendirse y ayer mantuvo una conversación con ella en la que la preguntó si había tenido algún problema «en la pisci» o si se había peleado con algún otro niño o niña y ella le contestó que no, que es que «no la dejan tirarse» pero que ya casi sabía nadar de dos formas. Parece que después de lo que hablaron, Cecilia expresó su intención de volver la semana que viene. Veremos.
Con esto vengo a decir que en este tema creo que debemos dejar que nuestros pequeños y pequeñas nos indiquen sus preferencias e intentar no obligarlos. En mi caso, parece que su padre está más interesado en que continúe con la natación, pero si Cecilia vuelve a decirme que no quiere ir, ya no la voy a obligar, el siguiente paso será darla de baja.
Y vosotras, ¿qué opináis? ¿Creéis que cargamos a nuestras criaturas con demasiadas actividades, sobre todo cuando como en mi caso, Cecilia no ha cumplido todavía los 4 años? ¿Pensáis que les apuntamos a las que sabemos que a ellos y ellas les van a gustar o decidimos, en ocasiones, nosotros por ellos? ¿Las consideráis necesarias?
LORENA says
Hay que animarles a probar distintas cosas! De esta manera podremos conocer sus gustos y habilidades. Ya una vez que hayan probado la actividad, ellos mismos nos dirán si les gusta o no.
Yo hecho de menos no haber hecho más cosas cuando era pequeña, como ballet o tocar un instrumento (la flauta dulce no vale!!!!!!! jajaja).
Sin obligar, creo que hay que orientarles un poco.
ME ENCANTA EL BLOG!!!!!!!!!!!!!!!
Marta ABB says
¡Hola! En nuestro caso, si fuera por mi hijo, haría varias cosas todas las tardes, es muy curioso y muy movido. ¡La que no tiene tanta energía soy yo! El inglés nosotros lo hacemos en casa (soy traductora), así que fuera hace deportes y cosas que no le voy a enseñar yo ni en un millón de años (soy negada para ciertos deportes, ja, ja ). Me gusta lo que hacen en Estados Unidos, te dejan hacer una clase de prueba, así, ves si te gusta el método, el profe, ves el nivel, todo. Aquí, no se suele hacer, y la verdad es que es muy útil para decidirte. ¡Hasta luego!
Marta
AMPARO says
Yo reconozco que soy pro-actividades, pero con cabeza.
El mayor fue a música y cuándo empezó a ir llorando, le quité.
Sin embargo este año he hecho mil cábalas hasta que he conseguido apuntar al mayor a baloncesto y al mediano a fútbol (para el bebé me parecía muy pronto 😉 ). Esta vez lloraban porque querían ir y no podían. Así que uno a baloncesto en el polideportivo del barrio y el otro a fútbol los mismos días pero en el cole. Eso si, con la ayuda de una mamá que lleva a su hijo a fútbol igual y que vive en el barrio. Si no imposible. Se hace de todo por los hijos, menudas carreras me esperan este año, jeje