Cada verano me ocurre lo mismo: tengo que comprar cremas para el sol porque las que me sobraron el año anterior han caducado. Y es que desde que Cecilia está en nuestras vidas compro dos protectores distintos, uno para ella y otro para nosotros y, aunque lo ideal sería conseguir acabar los botes cada año, acaba siendo inevitable que nos sobre. Por eso, hoy voy a daros algunos consejos para tratar de que ésto no nos ocurra y trucos para reciclar las ya caducadas:
- Comprar los protectores del tamaño que creamos que vamos a necesitar y usar. En este caso es preferible que falte a que sobre. Si compramos un tamaño no muy grande y creemos que nos va a faltar, podemos pedir a nuestro vendedor o vendedora alguna muestra y así nos aseguramos no quedarnos sin protector suficiente y es una manera de fichar otras marcas que nos puedan gustar de cara al año siguiente.
- Fijarnos bien en la caducidad del bote que elijamos, normalmente aparece un número seguido de una M que indica la cantidad de meses que el fabricante garantiza que las propiedades del producto permanecerán intactas, aunque hay cremas que indican los dígitos del año límite de protección segura.
- No preocuparnos por la cantidad de producto que aplicamos, pues ahora muchas cremas solares son de rápida absorción y se presentan en formato dosificador, pero que, aunque es muy cómodo, se ha demostrado que aplicamos la mitad de la dosis recomendada para asegurar una correcta protección.
- Aplicarnos crema protectora no sólo cuando vayamos a la playa, a la piscina o de paseo por el campo, sino en cada momento del día en que el sol esté presente.
- Cuando estemos en la playa o en la piscina, aplicarnos crema con una frecuencia de hora y media o dos horas y, (aunque nosotros no solemos hacer) es importante recordar que debemos evitar acudir a estos lugares durante las horas centrales del día.
Pero, irremediablemente ha llegado el fin del verano y nos ha sobrado crema protectora o nos encontramos algún bote del año anterior. Pues rastreando por la red, he encontrado algunos trucos para darlas una segunda vida a estos productos que ya no pueden cumplir su función básica, que es la de protegernos del sol:
- Mezclándolas con azúcar, pueden ser un estupendo exfoliante corporal.
- Pueden servirnos para limpiar nuestros bolsos y zapatos de piel.
- Podemos limpiar con ellas, también, los sofás de piel.
- Nos serán útiles si las aplicamos por nuestro cuerpo, para hidratarlo.
¿Tenéis algún truco para evitar que os caduquen las cremas de protección solar? ¿Algún consejo para reciclarlas después? ¡Contadme!
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