El próximo martes será el último día de cole para Cecilia. Por delante le quedarán más de 2 meses sin ver a sus amiguitos y amiguitas; sin hacer fichas; sin clases inglés, ni de psicomotricidad; sin recreos; sin comedor; sin madrugar… Y toca darle vueltas a la cabeza, valorar las posibilidades que tenemos y tomar la mejor decisión posible para toda la familia. Para nosotros, que (afortunadamente) trabajamos, este es el primer año en el que nos enfrentamos a esta disyuntiva, pues en la guarde el mes de Julio es lectivo. Como os cuento, nuestras alternativas eran dos:
- Mandarla con los abuelos a Alicante. Sé que mis padres se hubieran hecho cargo de ella encantados, pero a mí esta idea no me convencía del todo. Sabía que estar tanto tiempo sin verla y conformarme con desplazarnos algunos fines de semana no lo iba a llevar nada bien.
- Buscar algún campamento urbano. Finalmente ha sido la alternativa por la que hemos optado, y la más cara también. Parece mentira que siendo
algo parecido auna mommy blogger no me haya enterado de que existía la posibilidad de solicitar una plaza pública y nos hubiéramos ahorrado unos cuantos euros, pero en fin. La vamos a llevar a una ludoteca del barrio llamada La Tallerteca, de la que os hablaré un poco más adelante, cuando avance nuestra experiencia allí.
Y la llevaré con sentimientos opuestos. Por una parte estoy tranquila porque sé que se lo pasará pipa, conocerá a otros niños y niñas, se irá de excursión, también a la piscina y además coincidirá con una amiga de la guarde del año pasado, pues nos encontramos con ella y con su papá el día que fuimos a realizar la reserva. Sin embargo, por otro lado me da mucha pena que tenga que volver a madrugar (la tendré que dejar a las 8:30h), seguir sin comer en casa… En definitiva, seguir con una rutina, ésa de la que uno se libra únicamente cuando está de vacaciones, aunque vaya a ser distinta, sea más lúdica y todo lo que tú quieras, es rutina al fin y al cabo. Porque yo considero que los pequeños y pequeñas deben descansar, desconectar, jugar, divertirse, estar «a remojo» casi todo el día, dormir lo que quieran y tantas y tantas cosas que durante el duro curso no pueden hacer. Por eso no voy a criticar la duración de las vacaciones que las opiniones de algunas personas consideran excesiva.
Por suerte, va a poder disfrutar de su mesecito en Alicante en casa de los abuelos donde estoy convencida de que va a disfrutar muchísimo y va recargar bien las pilas para afrontar el nuevo curso llena de energía. Aunque sólo sea un mes.
Vosotros y vosotras, ¿cómo os váis a organizar? ¿Cómo van a emplear su tiempo de descanso vuestros pequeños y pequeñas?
planeandoserpadres says
¡Me alegro de que hayas podido encontrar una buena solución! Iré cogiendo ideas para cuando mi bichillo llegue a sus primeras vacaciones.