De mi papá admiro su sencillez, su discreción, su seriedad en contraste con su peculiar sentido del humor… Pero sobre todo, pervivirá en mi memoria su amor por el trabajo, o lo que es lo mismo, su amor por la música, que me ha producido y produce una profunda admiración y de la que, además me ha hecho participe a lo largo de gran parte de mi vida. He compartido junto a él (y junto al resto de mi familia) momentos preciosos y emocionantes haciendo lo que más nos gusta (lo que más le apasiona): dar color y unión a nuestra voces.
Deseo que armonice por muchos años más con juegos su vida y la de todos sus nietos.
Como ya dije una vez en este blog, descubrir a mi marido en la faceta de padre, es una de las posibilidades más especiales y maravillosas que la maternidad me ha dado. Si antes le quería, lo que ahora siento es una versión ampliada, diferente. Ahora es, además, mi compañero y mi amigo y los dos navegamos en una misma dirección y siguiendo un mismo rumbo: el que nos une y que compatimos: nuestra pequeña Cecilia.
Espero que, ahora que nuestra unión es más fuerte, sigamos avivándola con la fortaleza y la valentía necesarias para caminar juntos en esa dirección por la educación de nuestra hija y por nuestra felicidad y la de nuestra familia.
¡¡Felicidades hoy y siempre a los dos!!
Estrella says
Qué fotos más bonitas, Blanca!!! Felicidades a los papás de tu vida y a ti por tenerlos!!! Un beso
Maria Cristina says
Que bonito!!! Todo, las fotos, lo que has escrito…. todo, todo, todo….
El horno de mami says
Un post precioso 🙂
tienda espia says
Que fotos mas lindas!!!!!Son preciosas.