Charla-Café con Madresfera y Amaya Terrón

Actividad que proponen los chicos de Madresfera, allá que me apunto (siempre que las circunstancias me lo permitan, claro). La última actividad que han comenzado a organizar son unas charlas-café que cada mes reunirán a distintos y distintas bloggers para tratar de diferentes materias que nos sirvan de utilidad. La primera de ellas fue el pasado viernes y tuvo lugar en La Biela, un restaurante y after work situado entre Plaza Castilla y Cuzco, en Madrid. Del tema de la charla ya he hablado en un par de ocasiones en este blog, pero sin duda, es uno de los que más nos preocupan a los papás y a las mamás de niños y niñas a partir de 2 años: Las rabietas, qué hay detrás de ellas y cómo ponerlas freno. Y sobre ello charlamos con una experta en el tema, la psicóloga Amaya Terrón, que es, además, mamá. Nos pudo trasladar sus conocimientos y contar sus experiencias desde el punto de vista psicológico y como madre, a un grupo de bloggers: Catalina de Mamá también sabe; Patricia, de No es un desfile; Vanina, de Vanina’s blog y Blanca, de Pichiflus y una servidora. (Si me dejo alguna, tiradme de las orejas en forma de comentario).

Comenzamos la charla con una presentación de cada una de nosotras y nuestros hijos y un breve coloquio sobre algunas de nuestras experiencias y preocupaciones. La primera conclusión a la que llegó Amaya después de oírnos fue que debemos enseñar a nuestros hijos lo que sí deben hacer y a comunicar su afecto. Es importante que transmitan lo que sienten y que aprendan que se pueden comunicar con nosotros.

Como Prevención es importante:

• Darles alternativas: No decir que no. Debemos ser firmes pero flexibles. Amaya nos contó una anécdota: Un día estaba con su pequeño en la piscina comunitaria de su casa y su niño comenzó a decir las típicas palabras «caca-culo-pedo-pis». Ella se moría de la vergüenza, pues, además, sus vecinos sabían que ella era psicóloga. Entonces apartó a su hijo al baño y le dijo que sí podía pronunciar esas palabras, pero sólo en el baño. De esa manera consiguió que el niño tuviera la posibilidad de continuar con su verborrea pero con una norma marcada.
• Enseñarles a aplazar las gratificaciones: «Te lo voy a dar (lo que en ese momento desee), pero cuando tú te lo ganes».
• No llevarles a la tentación: Evitar situaciones potencialmente peligrosas. No castigar lo malo y potenciar siempre lo bueno.
• Poner los límites claros: Los niños no se portan mal, nos prueban. En el momento en el que se encuentren con una contención, pararán.
• Conocer a nuestro hijo o hija.
• Premiar situaciones.
• Darles amor y cariño.

Es importante que nos predispongamos siempre a «lo bueno». Si a pesar de todo se produce la rabieta, que sucederá, aunque no cedamos a sus deseos y a pesar de todo, esto sólo significa que algo están consiguiendo y es necesario averiguar el qué. Muchas veces es sólo atención, los niños necesitan saber que confiamos en ellos y hay que darles libertad. Un ejemplo que nos puso Amaya y que a muchos de nuestros peques les pasa, es que no quieren darnos la mano por la calle e insistimos en que lo hagan sobre todo al cruzar una calzada; podemos decirles que vayan al lado nuestro, despacito y cogerles disimuladamente de la capucha o del abrigo… De esta manera les demostraremos que pueden ser responsables  y tienen la gratificación en sí misma, es decir, «hago lo que quiero pero…» Nuestros pequeños captan nuestras emociones y es necesario no entrar en negociaciones. Si es que no, es que no.

En los casos en los que las rabietas son casi una costumbre, se puede aplicar la Técnica del tiempo fuera que consiste en separar al niño o niña de la situación donde se está produciendo la rabieta y llevarle a otra que no le recuerde en nada la anterior. Se recomienda apartarle un minuto por cada año de edad del niño o niña.

A los niños y niñas les estimula mucho el reconocimiento social y debemos reforzarles siempre con elementos alcanzables, es lo que se conoce como la Teoría de la Motivación:

• Intrínseca: Es decir, que hagan las cosas por que les guste hacerlas.
• Extrínseca: Que encuentren placer en un fin tangible.

Debemos recordar que nuestro estado de ánimo influye en la forma que nos comunicamos con ellos.

Y después de esta charla tan instructiva e interesante y de un café con delicioso bizcocho casero hecho por Mónica, de Madresfera y su pequeña Julia, me fui a casa pensando en la de beneficios que me está reportando el blog: tener la oportunidad de escuchar y dejarnos ayudar por profesionales como Amaya, reencontrarme con otras compañeras blogueras y pasar tan buenos ratos. ¡Muchas gracias a Madresferea por organizar este tipo de actividades, a Amaya Terrón por su cercanía, amabilidad y sabios consejos! Y a las demás bloggers, gracias también por añadir ejemplos y vivencias a esta charla tan amena. ¡Deseo que llegue la próxima y poder asistir!

Espero que os haya servido este pequeño resumen tanto como si hubierais asistido. ¿Os ha aportado algo que no sabíais? ¿Os ha servido de ayuda tanto como a mí?