Aunque no lo parezca, este post es un pequeño homenaje a todos los papás en su día, por supuesto, desde el cariño y en tono de humor. Porque aunque el dicho de que todos los hombres son iguales es real como la vida misma, soy consciente de que habrá algunas ( raras 😉 ) excepciones. Vaya por delante que el hombre de nuestra casa me ayuda colabora mucho conmigo y se encarga o realizamos juntos determinadas tareas. Pero, en general, hay ciertas actividades por las que no pasan realizar, que les cuesta o que sin que se les note (sí, sí…), consiguen colarnos…
A ver si coincidías conmigo:
- Empezamos por la cocina… Ese lugar de la casa… Y es que el tema de la comida es delicado… ¿Existe algún papá no ya que cocine (que los habrá, pero yo no los conozco) sino que piense qué se les puede dar de comer a su hijo o hija? Les podrá costar más o menos freír unas croquetas, pero caer en la cuenta de que se les puede dar croquetas para cenar, ¿por ejemplo..?
- Tampoco les gusta nada elegir la ropa que hay que poner al niño… ¡Por no hablar de las niñas! Que casi mejor, porque sabe Dios cómo puede aparecer la chiquilla… Por no discutir, son capaces de atender a las órdenes o sugerencias de su hija con tal de que alguien decida por ellos, ¿o no?.
- Y siguiendo con las niñas (campo que más conozco), ¿qué me decís del momento de peinarlas? ¿Es alguno capaz de hacerles la raya recta y/o derecha? ¿Y de elegir el coletero que conjunta con las prendas? ¿Y de recoger bien todo el pelo? ¿Existen? Algunos ni se complican y van a lo seguro: el pelo suelto y listo.
- El momento del baño tiene su punto también. Pueden enjabonarles bien tanto el cuerpo como la cabeza pero cuando llega el momento del aclarado de esto último, sobre todo, siempre aparecen restos de jabón ¿Por qué? ¡Si es sólo cuestión de dejar el grifo correr unos segundines más!
- Cortarles las uñas. En mi caso hay algo que no entiendo. Cuando Cecilia era recién nacida, era mi marido quien le cortaba las uñas y, en cambio, a medida que fue creciendo lo dejó de hacer. ¿Por qué? Pues he ahí un gran misterio sin explicación. Eso sí, es el primero en ver que ya las va teniendo largas…
- ¿Y cuando es necesario ir al médico? O mejor dicho, de decirle al médico lo que le pasa al niño o a la niña… Conozco papás (y es real) que han establecido una llamada con la mamá en la consulta con el manos libres puesto, ahí lo dejo.
Esperando que ningún papá se enfade (sobre todo el de mi niña), sólo me queda felicitarles a todos en su día y darles las gracias por ser nuestras parejas, nuestros compañeros y los papás de esas personitas a las que tanto amamos y por quienes cada día juntos luchamos. Gracias por vuestra paciencia, que muchas veces es mayor que la nuestra, por leerles un cuento por las noches muchas más veces que nosotras, por entender que no es una cuestión de ayudar, sino de colaborar, por averiguar cuándo estamos cansadas y hacernos saber que estáis ahí y por darnos ese contrapeso que a veces, sobre todo al final del día, tanto necesitamos…
Yo me quiero acordar, como hace un año, de mi papá y del papá de mi niña, sin los que nada tendría sentido y nada sería posible.
¡Felicidades y gracias papás!
¿Qué puntos añadiríais o quitarías de esta lista? Es vuestro turno…
Mi pareja desde que nos pusimos a vivir juntos no se ha metido en la cocina a cocinar ni una sola vez, y antes sin embargo lo hacia, no siempre pero alguna vez caía… jejejej. Aunque no me puedo quejar, es un papá fantástico y cuando necesito ayuda esta ahí siempre. Nosotros tenemos un niño y si hay que vestirle y elegir la ropa lo hace, y lo de cortarle las uñas empezó haciéndolo él y la verdad es que hasta el momento sigue encargándose él.
Leyendo esto veo que tengo muuuuuchaqueta suerte.
Feliz día del padre.
oye lo has clavado, maja.