El Calendario de Adviento

Como muchos y muchas ya sabéis, el Calendario de Adviento es un símbolo de la estación de Adviento, una «cuenta-atrás» desde el 1 hasta el 24 de diciembre, Nochebuena. Se ha hecho muy popular en los últimos años también en nuestro país sobre todo entre nuestros niños y niñas. Un forma sencilla de que hacerles conscientes y fomentar su ilusión por la llegada de la Navidad.

Sus orígenes se remontan al siglo XIX en la Alemania protestante donde los pequeños y pequeñas encendían una vela por cada día del periodo de Adviento, es decir, desde el domingo de adviento hasta el día de Nochebuena. En los años veinte, se tiene constancia de la impresión del primer calendario con tabletas de chocolate una buena forma de endulzar la espera. Hoy en día hay Calendarios de Adviento con bombones, caramelos, juguetes, bolsitas de té, libritos, etc. En definitiva, que los hay para todos los gustos y perfectos para quienes como yo no somos nada creativos para hacerlo. 😉

En Imaginarium todos los años lanzan el suyo. Nosotros fuimos hace unos días a comprar unos regalos y lo compramos. El de este año viene en forma de árbol con 24 casillas en las que se pueden colocar las tarjetitas que incluye. Como Cecilia todavía no sabe leer, hemos pensado escribir alguna sorpresa para cada día y así irla empapando de esa ilusión y espíritu navideño que sólo los niños son capaces de sentir.

Pero he encontrado algunas ideas más para hacer con él:

• En la página web de la revista Ser Padres he encontrado una idea estupenda. Proponen una actividad diaria para disfrutar con nuestros hijos e hijas. Lo podéis leer aquí.
• Podemos poner en algunas tarjetas los nombres de las figuritas del Belén e irlas colocando día a día.
• Descubrir cada día un adorno del árbol y los vamos colocando hasta completarlo ¡justo para el día 24!
• Colocar alguna chuche, alguna chocolatina o también pinturas, muñecos pequeñitos…

Ya estamos escribiendo las tarjetas para comenzar a abrirlas con ella mañana que es 1 de diciembre, ¡qué ilusión! Seguro que a vosotras se os ocurren muchas más posibilidades, ¡encantada estaré de leerlas!