Hace ya varios años que he oído hablar de la firma de cosmética Mary Kay y la verdad es que siempre bien. Pero hasta este fin de semana no había tenido oportunidad de conocer sus productos y, sobre todo, de probarlos. Tengo una buena amiga que se ha convertido en Consultora de Belleza de Mary Kay y nos invitó a mi cuñada y a mi a una especie de «Beauty Party familiar» para poder conocer y probar algunos de sus productos.
La historia de su Fundadora, la americana Mary Kay Ash, es la historia de una mujer valiente y de espíritu inquebrantable que una vez jubilada después de más 25 años de trabajo muy poco valorado en una multinacional, decidió, en 1963, lanzar su gran sueño con los 5.000 dólares de sus ahorros y la ayuda de su hijo Richard, de 20 años.
Fundó una compañía con corazón con el propósito de orientar a las personas bajo los principios de la fe en primer lugar, la familia en segundo y la carrera en tercero.
“¡Tú puedes!”, dos palabras que representan la esencia del espíritu de Mary Kay Ash y de la Compañía que ella creó. Ese mismo espíritu que alimentó al crecer en Hot Well (Texas), cuando se enfrentaba a tareas nuevas y desalentadoras y su madre la animaba diciéndole «Tú puedes Mary Kay. ¡Tú puedes!”, palabras que inspirarían a millones de generaciones venideras.
Sus logros han dejado una marca imborrable en los negocios de Estados Unidos y han abierto las puertas a mujeres de todo el mundo a experimentar el éxito en sus propias vidas.
«Imaginé una compañía en la que cualquier mujer podría ser tan exitosa como deseara ser. Las puertas estarían abiertas a la oportunidad para mujeres quienes estuvieran dispuestas a pagar el precio y tuvieran la valentía de soñar.»
En definitiva, una dinámica oradora, motivadora, empresaria y solidaria Mary Kay Ash, que ha sido reconocida por sus logros a través de numerosos premios y honores, pero para quien el mayor de ellos ha sido lograr que las mujeres tengamos la posibilidad de tomar las riendas de nuestra vida organizándonos según nuestras prioridades y dedicándole la misma pasión que la que muestran por los beneficios de los productos de la marca.
La misma pasión que he visto en los ojos de Gema, nuestra «descubridora», unida a su satisfacción después de comprobar nuestro agrado hacia los tratamientos Mary Kay específicos y según nuestras necesidades que nos íbamos aplicando.
Si vosotras también queréis adentraros a descubrir el universo Mary Kay o incluso valorarlo como posibilidad de una gran oportunidad de negocio, os animo a que os pongáis en contacto con ella y la escribáis un e-mail a gemaescalada@gmail.com.
Y «lo siento», pero os seguiré hablando (y mucho) de esta marca en breve.
¿Conocíais Mary Kay? ¿Habéis probado alguno de sus productos? ¿Me dais vuestra opinión?
¡Gracias por leerme y dejar vuestros comentarios!
Deja una respuesta